Poda de palmeras

Poda de palmeras

Poda de palmeras

Las palmeras o palmas no son árboles, sino plantas leñosas que pertenecen a la familia Arecaceae. Se diferencian de los árboles en que no crecen en grosor, sino solo en altura. Hay una gran variedad de especies en zonas tropicales o subtropicales y su vida media es de 250 a 300 años.

La poda de palmeras se realiza durante el periodo vegetativo, es decir, en primavera, verano y otoño; pero se recomienda hacerlo en las dos estaciones templadas (primavera y otoño) y nunca con temperaturas superiores a los 20 °C. Según la especie y el tamaño de la palmera, existe la posibilidad de efectuar una poda anual o incluso cada dos o tres años.

La poda es uno de los factores de prevención contra la infestación del picudo rojo, un coleóptero de la familia de los gorgojos, originario del Asia tropical. Sirve como prevención, porque hoy por hoy es la manera más eficaz y barata de inspeccionar la planta.

Es sencillo podar las palmeras de poca altura

con un corvillón o paleta, una herramienta muy común entre los palmereros, o incluso con la tradicional hacha canaria; hay que tener cuidado para no podar de una sola vez más de una corona (formada por las hojas, flores, frutos y la yema apical). Es recomendable quitar los racimos de frutos con un gancho de frutos (y evitar que caigan al suelo) para favorecer el crecimiento a lo alto de la planta.

Para podar las palmeras de troncos altos, hay que realizar una poda en altura con jardineros profesionales especializados en esta técnica, ya que se necesita un equipo de seguridad muy concreto.

El método para trepar por el tronco de la palmera

debe evitar los daños: las heridas tardan en cicatrizar y pueden provocar lesiones graves o irreversibles. Se puede realizar con arnés, espuelas de trepa, estribos o trepolines, bicicletas para trepa, con ayuda de descensores para bajar o mediante una plataforma elevadora. También se utilizan pinchos, crampones, frenos etc. como medidas de seguridad.

Sea como sea de alta la palmera, hay que realizar la poda cortando las hojas secas a ras del tronco, ascendiendo en espiral desde la parte más baja de la copa. Se pueden ir eliminando las hojas a medio secar para prolongar más el período entre poda y poda; si las dejamos secar demasiado, se puede dañar la palmera.

Según el grosor del peciolo (sujeción natural de la hoja), necesitaremos diferentes herramientas:

  • Si el peciolo es fino en la base, necesitaremos una  tijera de dos manos
    .
  • Si el peciolo es más ancho, necesitaremos un serrote o sierra de poda.
  • Si la palmera es de gran envergadura, necesitaremos una motosierra
    .

Al terminar de cortar las hojas, se recomienda la utilización de alguna pasta cicatrizante para cubrir las heridas de la poda y la aplicación de insecticidas en los cortes. Habrá que retirar luego los restos de la poda y tendremos que abonar el terreno de alrededor del tronco con un producto específico, para que la palmera crezca en fortaleza.

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