05 Jul Consejos para cuidar las plantas delicadas de tu jardín
Estás enamorada de tus plantas y las cuidas con todas tus ganas para que estén verdes y bonitas y den a tu casa un toque de vida, color y frescor. Las plantas son una alegría en casa, pero no siempre están tan bobitas como deseamos. Te contamos algún truquito para cuidar de tus plantas más delicadas.
El consejo más básico y que ya debes conocer es que las plantas no se deben regar demasiado. El exceso de agua es uno de los principales motivos por los que se nos mueren las plantas domésticas. Antes de regar de nuevo debemos comprobar con los dedos que la tierra está seca y así evitamos que sus raíces se pudran, nuestra planta se muera.
- Si puede ser, intenta regar con agua sin cal, no es cara y puedes encontrarla en los supermercados o en tiendas especializadas en plantas. El agua de lluvia es la mejor para regar las plantas, se pueden recoger cuando llueva y almacenarla o si no, podemos dejar reposar el agua de riego un par de días antes de utilizarla.
- Airear la tierra con un palito ayudará a que el aire entre y el agua entren bien en las raíces y así favorecerán el desarrollo de las plantas.
- No tengas miedo a cortar las raíces que tú ves que no están del todo sanas a la hora de trasplantar. Busca una maceta grande para tu planta esté cómoda y pueda seguir creciendo y cuando la trasplantes, sanea las raíces que veas que están en mal estado o que no van a crecer. Cortando estas raíces estimulas el crecimiento de raíces nuevas.
- Si tus plantas no dan flores, prueba a darles más horas de luz. Muchas flores necesitan al menos seis horas de sol para brotar. Las plantas necesitan el sol para hacer la fotosíntesis y si no reciben suficiente sol, se estresan. Una de las primeras cosas que hace una planta estresada es desprenderse de sus flores y capullos y poner todos sus recursos en mantenerse viva. Recuerda: sabrás si le falta luz cuando crece alta y desgarbada, cuando y dirige sus hojas y ramas desesperadamente en dirección del sol.
- El bicarbonato es perfecto para utilizar como plaguicida y funguicida. Para el ser humano y para los animales no representa ningún peligro, pero es una gran alternativa para sustituir con él productos tóxicos y caros que pueden perjudicar el medio ambiente y hasta nuestra salud. Si ponemos una cucharada sopera de bicarbonato en un litro de agua tendremos un remedio preventivo, barato, ecológico y efectivo para mantener la salud de nuestras plantas.
- A muchos nos pasa que, de golpe, nuestras plantas pierden ese verde intenso que tanto nos gusta y se ponen amarillentas y esto es porque les falta hierro. Solucionarlo es muy sencillo porque basta con coger unos clavos de nuestra caja de herramientas (si están ligeramente oxidados mejor) y clavarlos en la tierra. Con la humedad del riego, el clavo se irá oxidando y aportará hierro a la planta. En muy poco tiempo veremos cómo volvemos a tener ese verde que tanto admiramos.
Sorry, the comment form is closed at this time.